Cellulite is a circulatory endocrine and metabolic disorder micro, causing structural alterations and changes in subcutaneous adipose tissue.

Unlike obesity, cellulite is characterized by clinical skin changes and gluteus, abdomen, legs and shoulders frequently in the region, with the appearance of orange peel, while obesity alone has increased and elongation in the number of adipocytes without these are confined to a particular region.

Between 85% and 98% of women have some degree of cellulite after puberty, because the woman maximizes your fat tissue to ensure caloric availability for pregnancy and lactation. It occurs in all races, but is most evident in Caucasian women.

There are several factors that predispose to cellulite, these include gender, genetic predisposition, enzymatic changes and hormonal changes that degrade or fat cells and increase their volume.

They have developed several theories describing the causes of the etiopathogenesis of cellulite:

• Connective tissue disorders
• vascular disorders
• Differences in the anatomical conformation of the subcutaneous tissue in women compared with men

Connective tissue disorders

Alterations in the connective tissue characterized by a marked increase in the hydrophilicity of connective tissue, causing chronic edema resulting in fibrosclerosis. an increase in the presence of glycosaminoglycans, accompanied by fibroblast activation, alterations in the walls of capillaries and a rarefaction sub-epidermal collagen and elastic fibers is observed.

Histochemical assessment cellulite tissue indicates an abnormal response of connective tissue due to retention of liquid in the interstitial matrix, which results in the deposition of new collagen in the subcutaneous tissue.

MRI studies and spectroscopy have shown that women with cellulite have an adipose tissue with greater thickness, accompanied by deep depressions and increased thickness of subcutaneous fat in a ratio of 5 times that of a female cellulite also a higher percentage of fibrous septa perpendicular to the skin surface.

vascular disorders

Vascular disorders are characterized by alterations in micro circulation to increase as cellulite evolves. a variation is observed in the size of adipocytes (anisopoiquilocitosis), accompanied by edema of the dermis, dilated lymphatics and follicular hyperkeratosis, followed by palpable nodular lesions.

histological tissue sections with cellulitis, show bands of connective tissue surrounding adipose lobes, creating nodular formations which become sclerotic; vascular hemorrhage or thrombotic disorders that compromise micro circulatory distribution system, decreasing blood flow resulting in tissue hypoxia, capillary permeability-venular abnormal increase in hydrostatic pressure of the interstitial fluid and its protein content is also produced.

Las bandas que rodean los lóbulos adiposos aumentan su grosor debido a la hipoxia y consecuente estrés oxidativo, dando como resultado la formación de tejido conectivo nuevo que rodean aglomerados de células adiposas degeneradas que forman micro- nódulos que emergen  en forma opuesta al colágeno el cual se vuelve esclerótico, dando lugar a la formación de macro- nódulos palpables que causan irregularidad en la superficie de la piel.

Diferencias en la conformación anatómica

Nürnberger y Müller (1978) atribuyen la apariencia de la celulitis  al volumen de adipocitos y a las diferencias en la arquitectura del tejido subcutáneo entre el hombre y la mujer.

En las mujeres, fibras de tejido conectivo perpendiculares a la superficie de la piel, separan lobulillos voluminosos en secciones rectangulares que favorecen la expansión del tejido adiposo hacia la dermis, dando como resultado la superficie característica de la celulitis. Por el contrario, en los hombres la red de tejido conectivo presenta bandas que se entrecruzan formando lobulillos poligonales más pequeños que permiten que los depósitos de grasa se expandan lateralmente e internamente con muy poca protrusión en la dermis, aún y cuando se presenten casos de hiper-acumulación lipídica. En hombres hipogonádicos el tejido adiposo asume una morfología femenina, comprobando  que la actividad hormonal  es un factor determinante en las diferencias de género. La presencia de receptores de estrógeno en los adipocitos  explica la distribución grasa en la mujer, por efecto de estas hormonas sobre la actividad de la lipasa y la lipoproteina-lipasa, favoreciendo el almacenamiento de grasa en los glúteos y muslos aumentando la predisposición a la celulitis.

Clasificación de la celulitis

De acuerdo con Nürnberger y Müller, la celulitis se clasifica en 4 etapas:

Etapa 0	No existen hendiduras o alteración en la superficie de la piel cuando el sujeto está de pie o acostado. Se presentan dobleces y arrugas, pero no se observa protrusión
Etapa I	La piel del área afectada es suave y uniforme mientras el sujeto se encuentra de pie o acostado, sin embargo se presentan alteraciones cuando se pellizca la piel o se contrae el músculo
Etapa II	La apariencia de piel de naranja es evidente cuando se está de pie, y sin la necesidad de pellizcar o contraer al músculo.
Etapa III	Se presentan las mismas alteraciones que en el estado II acompañadas de protrusiones y nódulos.

Es claro que la celulitis es una condición que altera la matriz del tejido conectivo incrementando la adipogenicidad.

Existen varios tratamientos propuestos para el tratamiento de la celulitis que incluyen la pérdida de peso, tratamientos tópicos con aplicación de masaje  y una gran variedad de tratamientos tópicos para ser utilizados con equipo profesional así como suplementos por vía oral.

Se ha reportado que la pérdida de peso mejora la severidad de la celulitis, mejorando la topografía de la piel, debido a que los glóbulos de grasa se retraen.  Sin embargo las hendiduras y la piel con apariencia de cáscara de naranja no cambian apreciablemente.  Aunque es posible utilizar diferentes rutas  de tratamiento que ofrezcan sinergia para mejorar los síntomas de la celulitis.